lunes, 17 de noviembre de 2008

Ojos claros, serenos

Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué, si me miráis, miráis airados?
Si cuanto más piadosos,
más bellos parecéis a aquel que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.


Para que empiece a poner poesía en este blog, es que debo de estar muy mal...
Nunca me ha interesado la poesía., sin embargo este poema de Gutierrez de Cetina me ha acabado por encandilar...y he decidido volver a aprendermela de memoria y empezar a culturizarme un poco, que ya va siendo hora. (No, realmente me la he aprendido por si una bella moza de ojos azules /verdosos se cruza por mi camino y me da la oportunidad de recitarle 4 tonterías y me río un poco)

Aparte de servir como fácil recurso romántico (incluso un tanto casposo) este poema me trae buenos recuerdos... Aquellas clases de 4º de la E.S.O en las que nuestro excelentísimo profesor de Lengua, Cerra (al que había que tratar de "usted" y que ha sido uno de mis mejores profesores de Literatura) nos sacaba el encerado a recitar versos de diferentes autores, o nos preguntaba la lección... Jorge Manrique, la Canción del Pirata de Espronceda, las Rimas de Becker, los versos satíricos de Quevedo (Y VILLEGAS), los versos engolados de Góngora y un largo etcera...
Pese a este breve periodo, fue la primera toma de contacto que tuve con el género lírico, que siempre me había aburrido bastante. Aunque no sería realmente hasta Campos de Castilla de Machado (el que entraba para la P.A.U) que desarrollara un gusto mayor pero eso ya es otra historia...

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