Procrastinar.(Del lat. procrastinare).
1. tr. Diferir, aplazar.
O más bien el contrario del típico "No dejes para mañana lo que puedas hacer"
Después del desastre de cuatrimestre del que ya se dos notas (0.9 en Sistemas Lineales la que estaba seguro de haber suspendido; y un 3.7 en Ampliación de Matemáticas, la que esperaba aprobar sobrado) me he cogido y he empezado a ojear tres libros de técnicas de estudio que me llevaba recomendando varios años mi padre.
La verdad es que son realmente interesantes e instructivo;, mediante una explicación para nada tediosa explican los errores más comunes a la hora de afrontar un estudio prolongado y como solucionarlos. Pero para mí lo más valioso es que animan a estudiar. Claro está que reflejan en algunos momentos un modelo de enseñanza totalmente distinto al español (los libros se encuentran en Inglés) que no deja de ser bueno pues me enseña otros mundos académicos diferentes al mío; y de los que se pueden aprovechar muchas cosas útiles.
Entre los muchos palabros encontrados en mi breve y superficial lectura me ha llamado la atención uno en especial, "procrastination". Realmente no sabía que significaba pues en Español no es una palabra que exista desde hace mucho pero me entró el gusanillo pues dió la coincidencia que empecé a ver esta palabra en todas partes.
No sé si será señal del cielo, pero después de haberme suscrito a un porrón de blogs y algunas tiras cómicas freaks de la web he podido observar que la PROCRASTINACIÓN se ha puesto bastante de moda en ambientes académicos e internet pues describe muy bien lo que hacemos todos los días: Perder el tiempo.
¿Cómo es posible que existiera una palabra que ella sola explicara todos los problemas de concentración que sufro día a día? Hace una mes, al intentar explicar mi situación (ya veia lo que se avecinaba) tenía que componer unas largas y complicadas descripciones de mis procesos mentales: "Aburrimiento", "Falta de concentración","Soñar despierto", "Podre estudiarlo más tarde" son muchas de las ideas que rondaban mi cabeza.
Y hoy cuando iba por fin a escribir sobre esta palabreja encuentro estos dos enlaces entre otros muchos que llevo guardando desde hace días y de los que sacaré extractos.
La procrastinación: una epidemia de nuestros días
La procrastinación (II): cómo afrontarla
La procrastinación(III): posibles soluciones
La procrastinación es un complejo transtorno del comportamiento que a todo el mundo nos afecta en mayor o menor medida. Consiste en postergar de forma sistemática aquellas tareas que debemos hacer, que son cruciales para nuestro desarrollo y que son reemplazadas por otras más irrelevantes pero más placenteras de llevar a cabo. Es asumida popularmente como simple "pereza".
La procrastinación se manifiesta ante todo como una pésima gestión del tiempo. El "procrastinador" suele o bien sobrestimar el tiempo que le queda para realizar una tarea, o bien subestimar el tiempo necesario -según sus recursos propios- para realizarla. Éstos son solamente un par de los muchos autoengaños en los que el procrastinador incurre. Como veremos más adelante, una de las actitudes típicas de un perfil determinado de procrastinador es la excesiva autoconfianza., una falsa sensación de autocontrol y seguridad. Por ejemplo, imaginen que se nos da 15 días para presentar un informe. En nuestro fuero interno estamos convencidos que solo necesitaremos 5 días para hacerlo, incluso menos. En ese momento pensamos "hay tiempo de sobra, no es necesario ni siquiera empezar a hacerlo!". Y se posterga día tras otro una tarea que no solamente no nos ilusiona hacer, si no que, en cierta manera "ya hemos terminado" en nuestra mente confiada cuando ni siquiera hemos movido un dedo por ella. Al acercarse el plazo de entrega de forma peligrosa, de repente, nos damos cuenta de que no seremos capaces de cumplir con la tarea que se nos ha asignado. Entonces pensamos "No tengo esto bajo control, no tendré tiempo!!" y comenzamos a trabajar en ello de forma atropellada, con una gran carga de estrés.
En ese momento aparece en escena otro autoengaño, y es el aquél de "Solo bajo presión trabajo bien". Lógicamente, porque realmente no hay otra opción en ese punto!.
Frecuentemente esta actitud y manera de proceder es típica de personas que confían mucho en sus posibilidades. Si, además, es realmente así -la persona tiene realmente esas capacidades- es posible que el final de la historia sea que aquella tarea se entregue en el plazo y con unos resultados óptimos. Esto envía un mensaje aparentemente erróneo al procrastinador ("mira qué nota he sacado a fin de cuentas!") que observa como ha obtenido una recompensa a su forma estresada de trabajar; por lo que reiterará en su conducta, aunque ésta siempre le traiga ansiedad y problemas en general.
Al leer esto ya me sentí completamente retratado, pero cuando leí lo siguiente...
El exceso de autoconfianza: las personas que se sienten muy seguras de sí mismas -tengan motivos para ello o no- distorsionan de forma aguda y permanente su percepción del tiempo, y por lo tanto hacen una pésima gestión del mismo. Una persona que durante su vida ha visto recompensada su inteligencia (cognitiva) de forma reiterada, puede dejar inactiva la sección de ésta que se encarga de realizar previsiones temporales con eficacia. Por ejemplo, si una sola vez, alguien realiza una tarea compleja en menos tiempo del previsto, se le felicitará por ello. Ese estímulo de reacción puede provocar que el individuo inconscientemente extrapole ese suceso a otros órdenes de su vida, y caiga en una autoconfianza desmesurada. Así, cada nueva tarea que le sea encargada será subestimada en su contenido, y en consecuencia se sobrestimará el tiempo necesario para llevarla a cabo. Como la mayoría de tareas suelen encomendarse con plazos de entrega estándar, promediados, el procrastinador por autoconfianza encuentra que tiene tiempo de sobra para hacerla, así que decide él mismo que está aburrido, y pasa a ocuparse de otras tareas que no son prioritarias y quizás ni siquiera útiles para su vida, pero que le proporcionan placer. Éste es claramente un caramelo envenedado, ya que las tareas "accesorias" de este perfil de procrastinador, aunque superfluas, suelen ser grandes consumidoras de tiempo y de recursos, con lo que al final, la persona que se entrega a esta actitud acaba "metiéndose en un jardín" del que no sabe salir. Este posible final es importante tenerlo en cuenta ya que las situaciones desesperadas, cuando son sostenidas en el tiempo, pueden conducir al stress y la depresión, que como se ha mencionado antes, es otra fuente adicional de procrastinación.
La solución a este perfil no es fácil. Una técnica que puede llegar a ser útil es "falsear" de forma consciente y aún a contracorriente nuestras propias previsiones. Por ejemplo, si creemos que tardaremos una semana en hacer algo, pues sistemáticamente duplicar o incluso triplicar ese tiempo en nuestra agenda. Así al menos, podemos evitar defraudar a nuestros amigos, clientes, etc. Otra técnica que puede ser útil es desglosar una tarea en casi todas sus partes componentes, para hacer previsiones de tiempo lo más honestas posibles.
Si no están hablando de mí no se de quien. Trabajé el año pasado con mucha presión en época de exámenes y conseguí buenos resultados. Quité importancia al trabajo realizado y asocié inmediatamente los resultados con mi capacidad de estudio en tiempo limitado. Pese a saber que me estaba engañando a mí mismo he intentado emular este año aquello que funcionó. Problema, me he encontrado con asignaturas más dificiles y con una presión mucho menor. Esto unido al "Ya estoy perdido, no puedo hacerlo, ya da igual" ha precipitado la caída
Y ya, el culmen final lo constituye lo siguiente:
La "mente voladora": cada mente es un universo, y cada inteligencia tiene sus propios matices. Hay personas cuya inteligencia les dicta sobre todo actuar, actuar con tesón y perseverancia. Este tipo de mentes suelen llegar lejos en la vida, con el handicap de que solamente lo harán en un campo de especialización. Otras mentes, que me tomo la libertad de bautizar como "mentes voladoras" suelen dejar en un segundo plano la consecución de ideas, el llevarlas hasta el plano de la realidad. En este caso, la simple generación de ideas es una tarea permanente que consume todo el tiempo y energías de este tipo de inteligencias. El ser un manantial de ideas que jamás pueden pasar de la fase de proyecto es su destino. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que durante la implementación de una de estas ideas, surje otra enseguida que instantáneamente -al ser más novedosa- toma el primer lugar en la preferencias y por lo tanto se abandona la ejecución de la anterior. Esto obviamente conduce a otra forma de procrastinación, muy común entre las personas especialmente creativas.Especialmente creativo no me considero pues nunca llevo a cabo mis ideas, justamente porque no tengo tiempo para desarrollarlas, o pierdo el interés por la perseverancia continuada. Me entusiasma siempre los nuevos proyectos, y cuando una nueva idea, pensamiento o sueño llega a mi cabeza me obsesionó con él durante un tiempo (desde unas horas hasta semanas) hasta que acabo por desecharlo por no tener tiempo, recursos o ganas para realizarlo.
Realmente estoy exagerando un poco, pero todo lo que he leido en el artículo refleja más o menos diversas situaciones de mi vida.
Y por último la solución, de sentido común, o como dirían en la universidad, trivial, pero que no por ello no lo he dejado de imprimir para recordarmelo
En fin, tras esta egocéntrica entrada solo me queda pensar en: ¿qué es lo que estoy haciendo exactamente ahora? Pues sí procrastinando. Adiós
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