Como me venía en el mismo paquete que el uno he aprovechado para jugar a la segunda parte de la saga.
El juego difiere en algunas cosas al primero si bien en cuestión de gráficos es más o menos parecido (he jugado a la reciente versión remasterizada del título para Game Boy Advance, en la que los gráficos han mejorado considerablemente) De nuevo hay que alabar el excelente trabajo que han realizado los chicos de Square Enix en este lavado de cara que le han hecho al juego.
Por lo demás, y excepto algunos bonus, el juego es completamente idéntico a la versión original , sacada a la venta en 1988 (¡En ese año nací yo!). Después del gran éxito que supuso Final Fantasy I (que iba a ser el último juego de la compañía Square antes de que esta desapareciese), Sakaguchi, su creador, no se lo pensó dos veces y empezó a trabajar en su continuación.
Las diferencias con respecto al Final I son evidentes. En primer lugar, la historia. En toda secuela lo normal es que se siga con la historia del anterior juego, sin embargo si se recuerda, la historia del Final Fantasy I no era particularmente brillante, era sólo la excusa para que un grupo de personajes sin pasado se enfrentara contra monstruos y jefes finales. En esta entrega comenzaremos la historia con cuatro personajes ya definidos y con un trasfondo más elaborado (sin comparación, claro está con la maestria de posteriores entregas, pero pasable) y algunos cambios de guión que si bien se venían venir hacen el juego más interesante.
La guerra se expande por el mundo. El emperador de Palamecia dirige un reino de maldad y terror. Cuatro jóvenes escapan a la destrucción del reino de Fyn, sus nombres son Firion, Maria, Guy y León. Sin embargo, son atacados cerca de llegar a su destino y Leon desaparece. Los otros tres son milagrosamente salvados y deciden unirse a la resistencia con el objetivo de encontrar a Leon, vengar a sus familias y salvar al mundo de una época de opresión y maldad. Por el camino diversos personajes les ayudarán en su aventura o les proporciarán valiosa información.
Así comienza el juego, la dinámica a seguir será distinta al anterior. Después de cada misión el jugador deberá volver al lugar de origen a reportar su situación a la princesa Hilda o a informarse de los nuevos pasos que debe realizar. Esta situación hace bastante ameno el juego aunque a mí me acabó cansando al final ya que me daba la sensación de estar dando vueltas y más vueltas. La historia sigue siendo lineal pero su desarrollo no lo parece tanto.
Casi desde el principio del juego el jugador puede recorrer todo el mapa ,que es similar al anterior en cuestión de gráficos y dinámica; aunque si uno se mueve por zonas que no le corresponden en ese momento acabará muerto en el primer asalto por la diferencia de nivel existente con los enemigos.
Las batallas son algo diferentes al juego anterior. Se sigue manteniendo el sistema basado en turnos pero en esta ocasión los enemigos se colocan en filas de dos (hasta 4 filas, no como el anterior que eran dos filas de 4 monstruos cada una). El jugador puede atacar físicamente sólo a las dos primeras filas, las cuales debe eliminar antes de atacar a las restantes (a menos que sea con magia).
También se añade la opción de fila de atrás, en la que el jugador no recibe o inflige daños más que de magia y arcos. Esta opción se verá en siguientes entregas cambiando ligeramente.
Pero en lo que más se diferencia el juego es que no existe un sistema de niveles plenamente diferenciados. Los atributos de los personajes se van desarrollando según se realizan acciones, aumentando más las habilidades más utilizadas. Por ejemplo, cuanto más se utiliza un determinado tipo de arma más habilidad coge el personaje con ésta, cuanto más veces peguemos a un enemigo, nuestros atributo de fuerza se incrementará. Lo más gracioso es que para mejorar nuestros puntos de vida los enemigos nos deben de infligir daño (bueno, siempre que quieras entrenar te puedes pegar a tí mismo...,yo no he pronunciado la palabra sadomasoquista...)
Este sistema, mucho más realista, mejora mucho la experiencia estratégica del título. Añadido a que no existen clases como mago negro, luchador... nos permite desarrollar las habilidades de nuestros personajes a nuestro antojo, control total. Sin embargo a mí no me gustó tanto, ya que te obliga a estar más pendiente de otros asuntos que de la batalla en sí, especialmente en el uso de la magia.
Cada personaje puede aprender hasta 16 hechizos (de una lista má larga), para subir de nivel cada hechizo se debía utilizar 10 veces, cuanto más nivel, más puntos de magia se gastan por hechizo. Esto se convertía en un lastre por dos motivos. Había que estar pendientes utilizar magias en combates que no necesitaban de ellas para que estas subieran de nivel y para que los personajes subieran sus puntos de magia (que empezaban con casi ninguno). Esto en hechizos que sólo se utilizaban en casos muy específicos (como los de sueño u otros estados parecidos) era una verdadera incomodidad (para que surtieran efecto tenías que haberlos utilizado bastante con anterioridad), mientras que en otros como el de cura de envenanemiento... cuanto más se utilizaban más costaban realizando el mismo efecto. Me pasé todo el juego un poco fastidiado por esta situación en la que me faltaban siempre PM (puntos de magia)
Otro punto negativo es la existencia del cuarto personaje. Durante todo el juego el jugador controla siempre a los tres personajes principales, mientras que en la cuarta plaza y dependiendo de la misión y según transcurre la historia se van rotando varios personajes secundarios (la mayor parte de ellos acaba muertos, vaya, que muere todo quisqui) Estos personajes no duran casi nada en la historia y siempre que los recibes están con unos atributos muy inferiores a los del resto del grupo suponiendo una mayor preocupación para tu sistema de elevarles de "nivel".
Parece que estoy haciendo un comentario más negativo que positivo del juego (como suelo hacer siempre) sin embargo no es esto ni mucho menos, el juego es muy recomendable, el problema que yo tuve es que acabé un poco rallado después de haber jugado al final fantasy I. El sistema de mejora de atributos, aunque no me gusta porque estaba acostumbrado al sistema de niveles, me parece que es mucho más perfecto que este, aunque podía mejorar un poco. Una característica bastante buena de este título es la de introducir palabras clave, con las que el jugador puede interrogar a los diferentes personajes del juego.
Por último mencionar la primera aparición de algunos elementos comunes a los siguientes final fantasy: Los entrañables chocobo (aves no voladoras que se utilizan como montura) así Cid, que como no, es el dueño de un barco volador. También aparecen por primera vez monstruos como los flanes, o las bombas; y la raza de los draconarius, unos caballeros que montan dragones. También vuelven a hacer aparición aunque con menor importancia varios cristales y la posibilidad de volar con un barco.
Un título muy recomendable, también de muy corta duración, perfecto para pasar varias tardes de forma amena y conocer los orígenes de la saga.
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